lunes, 29 de agosto de 2011

La larga duración

Todo trabajo histórico descompone el tiempo pasado y escoge entre sus realidades cronológicas según preferencias y exclusivas más o menos conscientes. La historia tradicional, atenta al tiempo breve, al individuo y al acontecimiento, desde hace largotiempo nos ha habituado a su relato precipitado, dramático, de corto aliento. La nueva historia económica y social coloca en primer plano de su investigación la oscilación cíclica y apuesta por su duración: se ha dejado embaucar por el espejismo y también por la realidad - de las alzas y caídas cíclicas de precios. De esta forma, existehoy, junto al relato (o al «recitativo») tradicional, un recitativo de la coyuntura que para estudiar el pasado lo divide en amplias secciones: decenas, veintenas o cincuentenas de años.

Muy por encima de este segundo recitativo se sitúa una historia de aliento mucho más sostenido todavía y, en este caso, de amplitud secular: se trata de la historia de larga, incluso de muy larga, duración. La fórmula, buena o mala, me es hoy familiar para designar lo contrario de aquello que François Simiand, uno de los primeros después de Paul Lacombe, bautizó con el nombre de historia de los acontecimientos o episódica (évenementielle). Poco importan las fórmulas pero nuestra discusión se dirigirá de una a otra, de un polo a otro del tiempo, de lo instantáneo a la larga duración.

No quiere esto decir que ambos términos sean de una seguridad absoluta. Así, por ejemplo, el término acontecimiento. Por lo que a mí se refiere, me gustaría encerrado, aprisionado, en la corta duración: el acontecimiento es explosivo, tonante. Echa tanto humo que llena la conciencia de los contemporáneos; pero apenas dura, apenas se advierte su llama.

Los filósofos dirían, sin duda, que afirmar esto equivale a vaciar el concepto de una gran parte de su sentido. Un acontecimiento puede, en rigor, cargarse de una serie de significaciones y de relaciones. Testimonia a veces sobre movimientos muy profundos; y por el mecanismo, facticio o no, de las «causas» y de los «efectos», a los que tan aficionados eran los historiadores de ayer, se anexiona un tiempo muy superior a su propia duración. Extensible hasta el infinito, se une, libremente o no, a toda una cadena de sucesos, de realidades subyacentes, inseparables aparentemente, a partir de entonces, unos de otros. Gracias a este mecanismo de adiciones, Benedetto Croce podía pretender que la historia entera y el hombre entero se incorporan, y más tarde se redescubren a voluntad, en todo acontecimiento; a condición, sin duda, de añadir a este fragmento lo que no contiene en una primera aproximación, y a condición, por consiguiente, de conocer lo que es o no es injusto agregarle. Este juego inteligente y peligroso es el que las recientes reflexiones de Jean-Paul Sartre proponen Entonces, expresémoslo más claramente que con el término de episódico: el tiempo corto, a medida de los individuos, de la vida cotidiana, de nuestras ilusiones, de nuestras rápidas tomas de conciencia; el tiempo por excelencia del cronista, del periodista. Ahora bien, téngase en cuenta que la crónica o el periódico ofrecen, junto con los grandes acontecimientos llamados históricos, los mediocres accidentes de la vida ordinaria: un incendio, una catástrofe ferroviaria, el precio del trigo, un crimen, una representación teatral, una inundación. Es, pues, evidente que existe un tiempo corto de odas las formas de la vida: económico, social, literario, institucional, religioso e incluso geográfico (un vendaval, una tempestad) tanto como político.

El pasado está, pues, constituido, en una primera aprehensión, por esta masa de hechos menudos, los unos resplandecientes, los otros oscuros e indefinidamente repetidos; precisamente aquellos hechos con los que la microsociología o la sociometría forman en la actualidad su botín cotidiano (también existe una microhistoria). Pero esta masa no constituye toda la realidad, todo el espesor de la historia, sobre el que la reflexión científica puede trabajar a sus anchas. La ciencia social casi tiene horror del acontecimiento. No sin razón: el tiempo corto es la más caprichosa, la más engañosa de las duraciones.

Este es el motivo de que exista entre nosotros, los historiadores, una fuerte desconfianza hacia una historia tradicional, llamada historia de los acontecimientos; etiqueta que se suele confundir con la de historia política no sin cierta inexactitud: la historia política no es forzosamente episódica ni está condenada a serlo. Es un hecho, no obstante, que - salvo algunos cuadros artificiosos, casi sin espesor temporal, con los que entrecortaba sus relatos3 y salvo algunas explicaciones de larga duración que resultaban, en definitiva, ineludibles - la historia de estos últimos cien años, centrada en su conjunto sobre el drama de los «grandes acontecimientos», ha trabajado en y sobre el tiempo corto. Quizá se tratara del rescate a pagar por los progresos realizados durante este mismo período en la conquista científica de instrumentos de trabajo y de métodos rigurosos.

domingo, 28 de agosto de 2011

Axiomas de la cultura social

Mi equipo y yo decidimos representar los axiomas en el CCH.


Axioma 1: existen grupos sociales con estructuras explicables y racionales.

En esta imagen muestra la explanada, que representa un grupo social grande, conformado por los estudiantes.



Axioma 2: todos los grupos tienen subgrupos y jerarquías.

En esta imagen aparece un grupo de amigos (subgrupo de estudiantes). Se aprecia que el líder del grupo es el   chico de blanco, pues todos lo respetan y le ponen atención cuando habla.


Axioma 3: los grupos de menor rango conceden cierta legitimidad a los líderes, para la supervivencia del grupo en general. También se crean conflictos.

En esta imagen se ve, en una escala menor a una sociedad completa, que no siempre todos están de acuerdo con el líder (los chicos secreteándose), pero le otorgan legitimidad para seguir perteneciendo a ese grupo de amigos.

viernes, 26 de agosto de 2011

Formas de comunicación de los límites en las instituciones

De acuerdo con mi equipo y yo, los límites en sociedad se plantean de la siguiente manera:


Familia
Escuela
Empresa
Convencimiento
15 %
50 %
20 %
Manipulación
75 %
25 %
50 %
Violencia
10 %
25 %
30 %

Estos son los promedios obtenidos en todo el grupo, con base en el análisis que cada equipo hizo:


Familia
Escuela
Empresa
Convencimiento
34 %
30 %
23 %
Manipulación
44.5 %
40.5 %
52.5 %
Violencia
21.5 %
29.5 %
24.5 %

Hecho y acción social



De acuerdo con Durkheim: un hecho social es toda manera de hacer, establecida o no, susceptible de ejercer sobre el individuo una coacción exterior. Los hechos sociales son cosas objetivas, que se pueden comprobar en una civilización. Son los roles que debe jugar cada individuo en su sociedad, las formas de vestir, pensar y actuar impuestas por las instituciones al poder.
Por lo general son externas a la voluntad individual, lo que implica que ciertos individuos no estén de acuerdo en seguir estas reglas… Pero ¿qué pasa si no lo hacen? Obtienen un castigo, que dependiendo del caso va desde una simple burla hasta el rechazo social o sanción físicamente comprobable. Además, muchas veces resultaría imposible ser parte de una cultura sin cumplir con determinado rol; por ejemplo, no podrías vivir en Europa si te niegas a utilizar el euro como moneda.

Para que una institución logre que la comunidad haga lo que le conviene se vale de ciertos métodos. El primero es el convencimiento, que presentarle la verdad a la sociedad de una manera atractiva, para que siga sus ideales. Si esto no funciona recurren a la manipulación, que es de igual forma atractiva para un individuo, pero con base en mentiras. Y como último recurso está la violencia, ya sea simbólica, psicológica o física.

En ocasiones, ni siquiera es la institución la que interviene directamente en el proceso, sino la misma comunidad la que “educa” a un individuo. Por ejemplo, a un niño sus padres comienzan por enseñarle a comer, beber, dormir a horas regulares, tener hábitos de higiene, etc. Mas tarde ingresa a la escuela y aprende los usos y costumbres de su cultura, a veces por simple observación. De este modo, a medida que crece va aprendiendo cómo ser parte de su sociedad, cosas que de manera biológica no aprendería.

Gracias a estos métodos, los hechos sociales son estructuras fuertes impuestas por las instituciones en forma de cultura y costumbre, que se presentan de ese modo por largo tiempo y le dan cierta “estabilidad” a una sociedad. Un individuo es perfectamente autónomo, pero le conviene cumplir con lo establecido, por lo que generalmente los individuos están incluso gozosos de cumplir con sus respectivos roles.

Para cambiar estas estructuras se necesitaría la inconformidad de la mayoría de los individuos que conforman la sociedad. Y para que se presente ésta inconformidad, las masas deben darse cuenta de que la institución los está manipulando o incluso violentando, porque de estarlos convenciendo nadie tendría dudas de que la manera en que dirige los hechos la institución es la mejor.

También hay que mencionar que los hechos sociales no abarcan necesidades biológicas (comer, dormir) ni aspectos psicológicos (sentimientos, emociones), en éstos el individuo tiene total libertad de acción. Sólo abarca aspectos sociales (modos de hacer), los roles religiosos, académicos, corporativos o familiares; aunque finalmente lo social termina afectando también lo biológico y psicológico (modos de ser).


Después de leer a Weber, concluimos que las acciones sociales se orientan por las acciones de otros, es como la reacción que se presenta ante algún impulso, provocado por los demás. No son sucesos espontáneos, sino previamente planificados, además de que su finalidad es satisfacer una necesidad; aquí no aplican las modas o tendencias. Toman en cuenta los medios y condiciones, así como las posibles consecuencias.

Este tipo de acciones suelen tomar en cuenta a la comunidad afectada, por ejemplo, la cantidad de botellas de plástico fabricadas en una empresa dependerá de la necesidad de éstas por la sociedad.

La acción social, como toda acción, es:

• Racional con arreglo a fines-toma en cuenta las condiciones y medios para lograr un fin
• Racional con arreglo a valores-basada en la firme creencia en algún valor (ético, estético, religioso, etc.)
• Afectiva-determinada por emociones y sentimientos con presencia en ese momento
• Tradicional-basada en las costumbres culturales

miércoles, 24 de agosto de 2011

El legado de la sociología, la promesa de la ciencia social



Immanuel nos explica sobre la cultura de la sociología que es reciente y vigorosa, pero también frágil, y que puede continuar enriqueciéndose sólo si se transforma.
Simplifica el argumento de Durkheim como el Axioma Número 1 de la cultura de la sociología: Existen grupos sociales que tienen estructuras explicables y racionales.
El problema con lo que llamo el Axioma Número 1 no es la existencia de estos grupos, sino su falta de unidad interna. Aquí es donde entra Marx. El busca responder la pregunta: ¿por qué los grupos sociales que supuestamente son una unidad (el significado, al fin y al cabo, de “grupo”) de hecho tienen luchas
internas? 
Ha estado muy de moda por algún tiempo argumentar que Marx se equivocó en esto, que la lucha de clases no es el único, o ni siquiera el primario, origen del conflicto social. Se han ofrecido diversos sustitutos: grupos de estatus, grupos de afinidad política, el género, la raza.

Dice que somos marxistas en la forma diluida y denomina el Axioma Número 2 de la cultura de la sociología: Todos los grupos sociales contienen subgrupos que se escalonan según jerarquías y que entran en conflictos entre sí.
Parece que hay algo que se asemeja a un “orden” en la vida social, a pesar del Axioma Número 2. Aquí es donde entra Weber, porque tiene una explicación de la existencia del orden a pesar del conflicto.
ahora simplificamos a Weber, tenemos una explicación razonable para el hecho de que los Estados sean usualmente ordenados, es decir, que las autoridades sean generalmente aceptadas y obedecidas, más o menos o hasta cierto grado.

Axioma Número 3, En la medida en que los grupos/Estados contienen sus conflictos, ello acontece mayormente porque los subgrupos de menor rango conceden legitimidad a la estructura de autoridad del grupo, basados en que esto permite al grupo sobrevivir, y los subgrupos ven ventajas de largo plazo en la supervivencia del grupo.

Este conjunto de axiomas no es un modo sofisticado y mucho menos adecuado de percibir la realidad social. Es un punto de partida, que la mayor parte de nosotros ha internalizado y que opera principalmente al nivel de las premisas no cuestionadas que son asumidas más bien que
debatidas. Esto es lo que denominaré “la cultura de la sociología”. Este, a mi modo de ver, es nuestro legado esencial. Pero de nuevo repito que es el legado de un constructo intelectual que es de reciente data, y si bien este legado es vigoroso, también es frágil.

Un desafío es entonces parte de un proceso, el inicio y no el final del proceso.
El reto de Freud a la operacionalidad misma del concepto de racionalidad formal nos obliga a tomar más en serio el concepto weberiano complementario de racionalidad material, y analizarlo con mayor profundidad de lo que Weber mismo estaba dispuesto a hacerlo. Lo que Freud retó, lo que de hecho tal vez ha destruido, es la utilidad de concepto de racionalidad formal.
El segundo reto que quiero tratar es el reto al eurocentrismo.
El tercer desafío también tiene que ver con el tiempo, no sobre dos visiones del tiempo, sino sobre las múltiples realidades del tiempo, sobre la construcción social del tiempo.
El cuarto reto viene desde afuera de la ciencia social. Ha llegado del surgimiento de un movimiento de conocimiento en las ciencias naturales y las matemáticas que se conoce hoy como estudios de complejidad.
El quinto desafío que quiero discutir es el  feminismo.
El sexto y último desafío que trataré es tal vez el más sorprendente de todos y el que menos se discute. Consiste en que la modernidad, la pieza central de todo nuestro trabajo, en realidad nunca existió.
Nos señala que para él los desafíos no son verdades sino mandatos para la reflexión sobre las premisas básicas. Pero juntos constituyen un ataque formidable a la cultura de la sociología y no pueden sernos indiferentes. 

sábado, 20 de agosto de 2011

La sociología, ciencia de la modernidad



La ciencia constituye una forma de producir conocimiento que emergió durante la temprana modernidad europea, la institucionalización de la ciencia se inicio paralelamente a la revolución científica y constituye un proceso igualmente importante, por que permitió la creación de instituciones dedicadas a la investigación.

De ahí nacen las ciencias sociales, la diferencia con las ciencias naturales es que las ciencias sociales estudian los hechos del hombre, la sociedad etc. Uno de los puntos principales es la diversidad humana, la diversidad de cultura y como es vista de diferente manera, un ejemplo es Herodoto al comparar otros pueblos a los cuales llamo bárbaros al compararlos con las costumbres griegas. 

Esto no es solo de la modernidad o de la antropología, la sociología no se encarga del pasado ni de la diversidad de la especia humana, si no esta se encarga de diagnósticos sobre la modernidad no privilegiada, la política, establece vínculos tanto sociales políticos y culturales al crear teorías sobre las sociedades.

La sociología comprende a todos los estatus sociales, como la burocracia el proletariado etc. Un tema de interés sociológico es la socialización es decir, los procesos mediante los cuales los individuos pertenecientes a una sociedad aprenden a interiorizar un repertorio de normas, valores y formas de percibir la realidad que los dotan de las capacidades necesarias para desempeñarse satisfactoriamente  en la interacción social.

Los miembros de las sociedades modernas se enfrentan al problema de cómo vivir juntos siendo diferentes, lo que implica que los procesos de diferenciación social. Las sociedades occidentales son complejas y heterogéneas en la medida en la que se componen de grupos diferentes.

La interdependencia generada por la división de trabajo se ah extendido en todos los ámbitos locales y nacionales de las inter y transnacionales, ya llego a tal grado que ya hablamos de diferencias dentro de las diferencias. Estos procesos  derivan en muchas ocasiones en lo que los sociólogos denominan anomia. En muchas ocasiones esto produce desorientación en los individuos pues son tienen certeza de lo que es posible y lo que no.

Todos estos procesos son producto de la diferencia social y un problema para su integración, así como fuentes constantes de reflexión para la sociología. En un contexto de crisis económica, marginación y polarización, creciente exclusión, violencia e intercedumbre, se impone la necesidad de analizar la realidad contemporánea de manera a un tiempo rigurosa e imaginativa.

Todos ellos constituyen un problema que reclama la urgencia de la reflexión, la investigación empírica, así como la propuesta de soluciones a la sociedad.

Al reflexionar sobre la ciencias sociales parecería que sus resultados no son comparados a los de la ciencias naturales en términos del cambios que son capaces de producir, las ciencias sociales nos facilitan, la producción de artefactos ni permiten
hacer.

Las ciencias sociales, por su parte, a pesar de que reconocen partes y tendencias, no pueden predecir la ocurrencia de fenómenos sociales, la manera en que intervienen es mu diferente, no se basan en el descubrimiento de leyes de experimentación y la aplicación técnica.

Para entender la relación entre las ciencias sociales y su objeto, pensemos en el surgimiento y la consolidación del estado moderno, como por ejemple Inglaterra y su monarquía, cuando estados unidos se independizo de Inglaterra etc. 

La sociología fu el resultado de dos grandes revoluciones la francesa y la industrial, donde se vio nacer a un proletariado, a la burocracia etc. Esto se vio marcado por el sentimiento de ruptura marcado también en un cambio en la vida cotidiana y en los estilos de vida.

Se puede afirmar que en la época moderna y la sociología como expresión de ella surgió como un proyecto de liberadores de luchas contra el pasado.

En la lectura nos habla de cómo se forma la sociología, que es lo que estudia esta materia, también de los diferentes autores que han trabajado en ella y dan su definición  o son pieza clave en esta materia, los cambios políticos, culturales y sobre todo las relaciones de los humanos de eso se encarga la sociología.

No solo es historia, la sociología lo estudia mas a fondo y trata de entender a toda una sociedad, desde el punto de vista, burocrático, proletariado etc.   

domingo, 14 de agosto de 2011

Expectativas del curso

Pues la verdad yo no sé de ciencias políticas y sociales, así que espero con este curso darme una idea general, algo que me sirva para el futuro; comprender y analizar aspectos importantes de la vida diaria como parte de la sociedad.

Espero también que el curso sea interesante, que se lleve a cabo de una forma dinámica y no de una tediosa, que el profesor sepa explicarnos y responder a nuestras dudas.