De acuerdo con Durkheim: un hecho social es toda manera de hacer, establecida o no, susceptible de ejercer sobre el individuo una coacción exterior. Los hechos sociales son cosas objetivas, que se pueden comprobar en una civilización. Son los roles que debe jugar cada individuo en su sociedad, las formas de vestir, pensar y actuar impuestas por las instituciones al poder.
Por lo general son externas a la voluntad individual, lo que implica que ciertos individuos no estén de acuerdo en seguir estas reglas… Pero ¿qué pasa si no lo hacen? Obtienen un castigo, que dependiendo del caso va desde una simple burla hasta el rechazo social o sanción físicamente comprobable. Además, muchas veces resultaría imposible ser parte de una cultura sin cumplir con determinado rol; por ejemplo, no podrías vivir en Europa si te niegas a utilizar el euro como moneda.
Para que una institución logre que la comunidad haga lo que le conviene se vale de ciertos métodos. El primero es el convencimiento, que presentarle la verdad a la sociedad de una manera atractiva, para que siga sus ideales. Si esto no funciona recurren a la manipulación, que es de igual forma atractiva para un individuo, pero con base en mentiras. Y como último recurso está la violencia, ya sea simbólica, psicológica o física.
En ocasiones, ni siquiera es la institución la que interviene directamente en el proceso, sino la misma comunidad la que “educa” a un individuo. Por ejemplo, a un niño sus padres comienzan por enseñarle a comer, beber, dormir a horas regulares, tener hábitos de higiene, etc. Mas tarde ingresa a la escuela y aprende los usos y costumbres de su cultura, a veces por simple observación. De este modo, a medida que crece va aprendiendo cómo ser parte de su sociedad, cosas que de manera biológica no aprendería.
Gracias a estos métodos, los hechos sociales son estructuras fuertes impuestas por las instituciones en forma de cultura y costumbre, que se presentan de ese modo por largo tiempo y le dan cierta “estabilidad” a una sociedad. Un individuo es perfectamente autónomo, pero le conviene cumplir con lo establecido, por lo que generalmente los individuos están incluso gozosos de cumplir con sus respectivos roles.
Para cambiar estas estructuras se necesitaría la inconformidad de la mayoría de los individuos que conforman la sociedad. Y para que se presente ésta inconformidad, las masas deben darse cuenta de que la institución los está manipulando o incluso violentando, porque de estarlos convenciendo nadie tendría dudas de que la manera en que dirige los hechos la institución es la mejor.
También hay que mencionar que los hechos sociales no abarcan necesidades biológicas (comer, dormir) ni aspectos psicológicos (sentimientos, emociones), en éstos el individuo tiene total libertad de acción. Sólo abarca aspectos sociales (modos de hacer), los roles religiosos, académicos, corporativos o familiares; aunque finalmente lo social termina afectando también lo biológico y psicológico (modos de ser).
Después de leer a Weber, concluimos que las acciones sociales se orientan por las acciones de otros, es como la reacción que se presenta ante algún impulso, provocado por los demás. No son sucesos espontáneos, sino previamente planificados, además de que su finalidad es satisfacer una necesidad; aquí no aplican las modas o tendencias. Toman en cuenta los medios y condiciones, así como las posibles consecuencias.
Este tipo de acciones suelen tomar en cuenta a la comunidad afectada, por ejemplo, la cantidad de botellas de plástico fabricadas en una empresa dependerá de la necesidad de éstas por la sociedad.
La acción social, como toda acción, es:
• Racional con arreglo a fines-toma en cuenta las condiciones y medios para lograr un fin
• Racional con arreglo a valores-basada en la firme creencia en algún valor (ético, estético, religioso, etc.)
• Afectiva-determinada por emociones y sentimientos con presencia en ese momento
• Tradicional-basada en las costumbres culturales
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